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Especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria apuestan por impulsar la prescripción diferida para frenar el problema de salud pública que supone la resistencia a los antibióticos

Especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria apuestan por impulsar la prescripción diferida para frenar el problema de salud pública que supone la resistencia a los antibióticos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, globalmente, sólo debería estar justificado el uso de antibióticos en Atención Primaria en entre el 15 y el 20% de las infecciones respiratorias agudas (IRA), principalmente para infecciones del tracto respiratorio inferior, como neumonías o las reagudizaciones infecciosas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). 

Tiempo de lectura: 10 minutos
Fecha de publicación: 18 de noviembre de 2023

 Sin embargo, este tipo de infecciones respiratorias copa hasta entre el 60 y el 70% de las prescripciones de antibióticos y un buen número de consultas en Atención Primaria por lo que, anualmente, son uno de los focos sobre los que incide el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos.

“Mejorar el uso inadecuado de antibióticos en Atención Primaria y especialmente en las infecciones respiratorias agudas es una prioridad para contribuir al control de la resistencia a los antibióticos”, sostiene el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria José María Molero, miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), quien también destaca que «el uso excesivo e inadecuado de antibióticos a nivel comunitario y hospitalario acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes entre la población”. Esto último está considerado por la OMS como uno de los mayores problemas de salud pública global a los que se enfrenta la sociedad.

Molero también señala que “entre las herramientas que han demostrado mejorar el uso inadecuado de antibióticos en las infecciones respiratorias agudas en Atención Primaria se encuentra la utilización de pruebas diagnósticas rápidas en el punto de atención (la determinación de estreptococo  A -Strep A- y la proteína C reactiva sanguínea), la prescripción diferida y el cumplimiento de las recomendaciones de las guías de práctica clínica sobre el uso adecuado de antimicrobianos«. Sobre la prescripción diferida el Grupo de sociedades científicas del PRAN,  ha desarrollado una infografía de uso en consulta para formar a dos pacientes sobre la evolución previsible de la infección y explicarles  en qué consiste la prescripción diferida de antibióticos en las infecciones respiratorias.

Un llamamiento en el Día Europeo por el Uso Prudente de los Antibióticos

En el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa a escala europea por la salud pública que se celebra hoy, 18 de noviembre, la semFYC hace un llamamiento a impulsar la implementación de la prescripción diferida de antibióticos en los centros de salud de Atención Primaria. 

La prescripción diferida de antibióticos es aquella en la que no se inicia el tratamiento inmediatamente, sino que se retira el medicamento de la farmacia solamente si los síntomas de la infección empeoran al cabo de unos días. En este sentido, “hay que tener en cuenta que no se puede llevar a cabo con todos los pacientes, sino sólo con aquellos que aceptan la responsabilidad de decidir iniciar una pauta antibiótica”, explica José María Molero.

Además, este médico de familia indica que dicha estrategia “puede utilizarse en  infecciones agudas respiratorias no complicadas en las habitualmente no se necesita utilizar antibióticos para su tratamiento, pero que en ocasiones son prescritos por la incertidumbre del médico sobre el origen bacteriano de la infección y el posible beneficio de utilizar antibióticos: faringitis, otitis media aguda, sinusitis aguda  bacteriana o bronquitis agudas en pacientes no diagnosticados de EPOC 0  EPOC leve,  y, por contra, añade que “no se recomienda en infecciones respiratorias potencialmente graves como neumonías o en la  agudizaciones infecciosas de la EPOC,   en cualquier infección respiratoria en   las que los pacientes  presentan signos o síntomas de  infecciones graves  y/o complicaciones graves (mastoiditis, absceso periamigdalino o retrofaríngeo) un empeoramiento clínico progresivo, en casos de bronquitis  aguda con alto riesgo de complicaciones (comorbilidades crónicas  cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, neuromusculares, inmunosupresión, fibrosis quística) o con edad avanzada  (80 o más de edad)”.

Una técnica sencilla de implementar en consulta y que vela por la seguridad del paciente

“La prescripción diferida es un técnica fácil de implementar en la consulta, que además de disminuir el uso innecesario de antibióticos, supone una herramienta educacional con el paciente, pues facilita  el conocimiento del tratamiento sintomático en las infecciones respiratorias y del riesgo de generar resistencias por el uso inadecuado de los antibióticos; pero que, además,  aumenta la satisfacción de los médicos y las médicas, así como de las personas atendidas. En este sentido, los estudios han demostrado la seguridad de esta técnica en la mayoría de las infecciones respiratorias”, expone Molero.

En términos de seguridad y satisfacción del paciente, la prescripción diferida de antibióticos frente a la prescripción inmediata está respaldada por diversos estudios científicos, como esta revisión  publicada por la colaboración  de la Cochrane.  En esta revisión sistemática, la prescripción diferida de antibióticos en personas con infección respiratoria aguda,  redujo el uso de antibióticos en comparación con la prescripción inmediata de los mismos, pero no mostraron ser diferentes al tratamiento sin antibiótico en cuanto a control de los síntomas, ni a la aparición de complicaciones de la enfermedad. Además, diferir la prescripción de antibióticos no no dio lugar a insatisfacción por parte de los pacientes.