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José María Molero, Jesús Ortega y otros expertos reflexionan sobre la conveniencia del diagnóstico rápido en AP
Fecha de publicación: 21 de junio de 2023
El pasado día 13 de junio, Diariofarma organizó un interesante encuentro de expertos bajo el título Diagnóstico rápido en Atención Primaria y calidad asistencial. La Biblioteca de la Asociación de la Prensa de Madrid fue el lugar elegido para esta jornada a la que asistieron, entre otros, Jesús Ortega y José María Molero, coordinador y miembro del GdT de Enfermedades Infecciosas de la semFYC, respectivamente.
A lo largo de las más de dos horas que duró el encuentro, se trató sobre la importancia de las pruebas de diagnóstico rápido para la mejora de la capacidad resolutiva de este nivel asistencial. Esto es así porque disminuiría la incertidumbre diagnóstica y con ello se aportaría un mejor resultado clínico a los pacientes.
En concreto, José María Molero afirmó: “Se necesitan herramientas terapéuticas, pero sobre todo las diagnósticas”, con el objeto de que la capacidad resolutiva de los médicos no se base solamente en sus habilidades clínicas.
El experto en infecciosas destacó que en su especialidad “la incertidumbre y la necesidad de tomar decisiones rápidas y trascendentales para los pacientes es algo habitual. Ejemplo de ello es diagnosticar una bronquitis leve antes de que se convierta en una neumonía grave. De ahí la importancia de contar este tipo de pruebas de cara a tomar la mejor decisión clínica.
En concreto, Molero se refirió al uso racional de antibióticos, para lo que contar con la prueba de la Proteína C Reactiva es un gran avance porque refuerza la capacidad para tomar una decisión y ayuda a comunicarte con el paciente”.
En este sentido, Jesús Ortega se refirió al tema de los antibióticos en AP como un “problema serio”. Y destacó que el 80 % del consumo de este tipo de medicamentos se realiza en AP y, en concreto en las infecciones respiratorias, donde “un 50 al 60% es inadecuado”. Esta es una de las razones de que sea necesario contar con pruebas de diagnóstico rápido como las pruebas point of care de la proteína C reactiva (POCT PCR). “Es necesario andar para avanzar”, concluyó.
Uno de los objetivos prioritarios en de cara al futuro cercano es, a juicio de Ortega, revertir las predicciones según las cuales, en 2050 las resistencias antimicrobianas serán la principal causa de muerte. “Debemos luchar para disminuir la mortalidad futura ante la resistencia antimicrobiana y para conseguirlo hay que reducir el consumo de antibióticos”. Esto pasa por buscar herramientas para modificar lo que hacemos mal y la prueba de la proteína C reactiva es muy eficaz en este sentido.
En cuanto a estas pruebas, Molero recordó que está posicionada en dos patologías en concreto, la bronquitis aguda y el EPOC, que se caracterizan por un alto consumo de antibióticos. Y recordó que el seguimiento de las guías de práctica clínica es complejo porque existe mucha variabilidad en los pacientes. De ahí la clave del uso de esta prueba, que aporta un claro beneficio en su manejo clínico.
Y apuntó al modelo recientemente implantado en Madrid ligado a los PROA, en torno al que se han establecido una serie de objetivos. Paralelamente a la incorporación de estos equipos en los centros de salud se ha organizado una estrategia de formación a los profesionales para, posteriormente, realizar una evaluación.
Moderado por José María López Alemany, director de Diariofarma, además de con José María Molero y Jesús Ortega contó con Reyes Castillo, de la Unidad de Coordinación del Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos; Amparo López, subdirectora médica del Hospital Universitario Salamanca y coordinadora de PROA de Castilla y León; María Antonia Llopis, directora de Laboratorios Clínicos del Institut Català de la Salut (ICS); y Teresa García, directora de Relaciones Institucionales de Abbott.
A lo largo de las más de dos horas que duró el encuentro, se trató sobre la importancia de las pruebas de diagnóstico rápido para la mejora de la capacidad resolutiva de este nivel asistencial. Esto es así porque disminuiría la incertidumbre diagnóstica y con ello se aportaría un mejor resultado clínico a los pacientes.
En concreto, José María Molero afirmó: “Se necesitan herramientas terapéuticas, pero sobre todo las diagnósticas”, con el objeto de que la capacidad resolutiva de los médicos no se base solamente en sus habilidades clínicas.
El experto en infecciosas destacó que en su especialidad “la incertidumbre y la necesidad de tomar decisiones rápidas y trascendentales para los pacientes es algo habitual. Ejemplo de ello es diagnosticar una bronquitis leve antes de que se convierta en una neumonía grave. De ahí la importancia de contar este tipo de pruebas de cara a tomar la mejor decisión clínica.
“Contar con pruebas microbiológicas diagnósticas rápidas, fundamentalmente que nos den la etiología, pero si no nos la pueden dar que nos orienten en la decisión a tomar”.
En concreto, Molero se refirió al uso racional de antibióticos, para lo que contar con la prueba de la Proteína C Reactiva es un gran avance porque refuerza la capacidad para tomar una decisión y ayuda a comunicarte con el paciente”.
En este sentido, Jesús Ortega se refirió al tema de los antibióticos en AP como un “problema serio”. Y destacó que el 80 % del consumo de este tipo de medicamentos se realiza en AP y, en concreto en las infecciones respiratorias, donde “un 50 al 60% es inadecuado”. Esta es una de las razones de que sea necesario contar con pruebas de diagnóstico rápido como las pruebas point of care de la proteína C reactiva (POCT PCR). “Es necesario andar para avanzar”, concluyó.
“Estas pruebas son una herramienta para conseguir el objetivo primordial: que no se mueran nuestros pacientes. Es necesario ponerse a trabajar y ello significa evitar el uso de antibióticos cuando no es necesario, ya que existe mucho margen de mejora, tanto en hospitales como en primaria”.
Uno de los objetivos prioritarios en de cara al futuro cercano es, a juicio de Ortega, revertir las predicciones según las cuales, en 2050 las resistencias antimicrobianas serán la principal causa de muerte. “Debemos luchar para disminuir la mortalidad futura ante la resistencia antimicrobiana y para conseguirlo hay que reducir el consumo de antibióticos”. Esto pasa por buscar herramientas para modificar lo que hacemos mal y la prueba de la proteína C reactiva es muy eficaz en este sentido.
En cuanto a estas pruebas, Molero recordó que está posicionada en dos patologías en concreto, la bronquitis aguda y el EPOC, que se caracterizan por un alto consumo de antibióticos. Y recordó que el seguimiento de las guías de práctica clínica es complejo porque existe mucha variabilidad en los pacientes. De ahí la clave del uso de esta prueba, que aporta un claro beneficio en su manejo clínico.
Y apuntó al modelo recientemente implantado en Madrid ligado a los PROA, en torno al que se han establecido una serie de objetivos. Paralelamente a la incorporación de estos equipos en los centros de salud se ha organizado una estrategia de formación a los profesionales para, posteriormente, realizar una evaluación.
Moderado por José María López Alemany, director de Diariofarma, además de con José María Molero y Jesús Ortega contó con Reyes Castillo, de la Unidad de Coordinación del Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos; Amparo López, subdirectora médica del Hospital Universitario Salamanca y coordinadora de PROA de Castilla y León; María Antonia Llopis, directora de Laboratorios Clínicos del Institut Català de la Salut (ICS); y Teresa García, directora de Relaciones Institucionales de Abbott.
