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Fomenta tu salud y la del planeta con la dieta planetaria

Fomenta tu salud y la del planeta con la dieta planetaria

Fecha de publicación: 18 de octubre de 2023
En la VII Semana del Autocuidado, organizada por nuestra sociedad científica y el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS), compartimos información sobre salud. Hoy, destacamos la importancia de una dieta planetaria en tu vida. 



Debido a la importancia de la alimentación en la salud humana y la sostenibilidad del planeta, se debe abordar la relación entre ambas. La producción no controlada de alimentos no sostenibles genera una doble carga de obesidad y desnutrición, agravada por el cambio climático, que origina una mayor vulnerabilidad.



Una dieta poco saludable es uno de los principales factores de riesgo de muerte prematura y representa el 19% de la mortalidad total. En Europa, la proporción de muertes relacionadas con la dieta es del 25%, y las principales causas de morbilidad asociada con la nutrición son las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y algunas formas de cáncer. El Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud, en su última actualización, señala que, dentro de los patrones de dieta saludable, la dieta mediterránea es la que mayor nivel de evidencia ha demostrado, reduciendo la morbimortalidad por enfermedades no transmisibles y es una de las que debería recomendarse (excluyendo el consumo de bebidas alcohólicas), con un nivel de recomendación GRADE A.



Por otro lado, el sistema alimentario, que abarca la producción, el procesamiento, la comercialización, la compra de alimentos y los comportamientos, recursos e instituciones de los consumidores, es responsable del 20-30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La mayoría de estas emisiones se originan en el ganado de carne y lechero, incluyendo su alimentación y transporte, que llegan a alcanzar el 80% de dicho efecto.



Para dar una respuesta a esta situación, The Lancet Comission apoya una dieta planetaria saludable a partir de sistemas alimentarios sostenibles que favorezcan la protección frente al cambio climático, mejorando la calidad alimentaria y un adecuado control de las enfermedades no transmisibles que puede ocasionar la prevención de hasta 11 millones de muertes prematuras en adultos por año.



La dieta planetaria saludable tiene una ingesta calórica óptima y principalmente está compuesta por alimentos de origen vegetal, bajas cantidades de alimentos de origen animal, grasas insaturadas en lugar de saturadas, y cantidades limitadas de granos refinados, alimentos altamente procesados y azúcares añadidos. La dieta planetaria proporciona grupos de alimentos que combinados mejorarían la salud humana y la sostenibilidad ambiental; es necesaria una interpretación local que refleje la cultura y geografía de la población9., en la que, además de darle importancia al valor nutricional del alimento, se tendrá en cuenta su origen, forma de producción, ausencia de tóxicos, transporte y distancias recorridas, residuos generados, envasado, coste social y medioambiental.



Consejos para incorporar la dieta planetaria



Teniendo todo lo anterior, desde el Programa de Salud Planetaria de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), se han elaborado una serie de consejos para poder incorporar la dieta planetaria en nuestro día a día:



  • Una dieta basada en vegetales, con variedad de frutas, verduras, frutos secos, legumbres...


  • Evitar productos procesados y ultraprocesados.


  • Vegetales como fuente proteica de calidad y alternativa saludable a la proteína animal: legumbres, frutos secos y semillas.


  • Alimentos producidos mediante métodos tradicionales ecológicos, sostenibles, naturales u orgánicos que respeten el ciclo natural de cada especie y el descanso de la tierra.


  • Alimentos de pequeños productores locales, ecológicos, asegurando un bajo impacto por transporte y una economía de cercanía y calidad.


  • Alimentos de temporada: informar sobre los calendarios de temporada de fruta, verdura e incluso pescado. Así estimulamos la producción local, evitamos el cultivo forzado, el uso de cámaras de refrigeración y la importación.


  • Comprar en el mercado local y/o directamente a los productores de la zona, evitando grandes superficies y alimentos importados.


  • Evitar producir residuos: escoger alimentos sin envoltorios, a granel, usando nuestras propias bolsas y recipientes.


  • No tirar comida: planificar y almacenar correctamente los alimentos.


  • Si se compra en el supermercado: leer e interpretar las etiquetas, tener en cuenta la procedencia, evitando los productos que proceden de lugares más lejanos y eligiendo los envases más sostenibles.


  • En caso de consumir pescado, escoger el de zona de captura próxima, con método de pesca sostenible (pincho, trasmallo, nasas, palangre no industrial, caña, etc.) y de temporada.


  • Comer menos carne. En caso de consumir productos de origen animal, escoger productores que cumplan los puntos anteriores.


  • Adaptar los consejos a cada persona de forma flexible, según la geografía local, el contexto socioeconómico, las tradiciones culinarias y las preferencias personales.




Descarga la infografía completa con todos estos y datos y consejos aquí.



Bibliografía



  1. Egea-Ronda A, del Campo Giménez, M. Estilos de vida, sostenibilidad y salud planetaria. Rev Clin Med Fam, 2023; 16(2): 106-115.


  2. Pérez Martínez P, Gómez Huelgas R, Pérez Jiménez F. Healthy planetary diet: do we have to rethink the recommendations based on the Mediterranean diet? Clin Investig Arterioscler. 2019;31(5):218-21.


  3. GBD 2017 Diet Collaborators. Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990-2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet. 2019;393:1.958-72.


  4. Watts N, Amann M, Arnell N, Ayeb-Karlsson S, Beagley J, Belesoba K, et al. The 2020 report of The Lancet Countdown on health and climate change: responding to converging crises. Lancet. 2021; 397:129-70.


  5. Forouzanfar MH, Alexander L, Anderson HR, Alexander L, Anderson HR, bachman VF, et al. Global, regional, and national comparative risk assessment of 79 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks in 188 countries, 1990-2013: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2013. Lancet. 2015;386: 2287-323.


  6. Córdoba García R, Camarelles Guillem F, Muñoz Seco E, Gómez Puente JM, San José Arango J et al. Recomendaciones sobre el estilo de vida. Actualización PAPPS 2022. Atención Primaria, 2022; 54 (Sup 1), 102442.


  7. Food Climate Research Network Foodsource. Oxford: Food systems and greenhouse gas emissions; 2020


  8. McMichael AJ, Powles JW, Butler CD, Uauy R. Food, livestock production, energy, climate change, and health. Lancet. 2007; 370:1253.


  9. Willett W, Rockstrom J, Loken B, Springmann M, Lang T, Vermeulen S, et al. Food in the Anthropocene: the EAT-Lancet Commission on healthy diets from sustainable food systems. Lancet. 2019; 393:447-92.


  10. Fernández Ortiz A, del Campo Giménez M (coord.). No hacer en salud planetaria. Documentos semFYC n.º 45. Barcelona: Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria; 2022