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AP21: Entre el desánimo y la esperanza

AP21: Entre el desánimo y la esperanza

Fecha de publicación: 18 de diciembre de 2006

Se producen situaciones de conflicto, pero se resuelven con debates razonables. Incluso se adoptan importantes acuerdos para nuestro SNS, como la reciente aprobación de una necesaria Estrategia de Salud Mental, o la puesta en común de un protocolo para actuar contra la violencia de género. Probablemente una de las más provechosas reuniones.

Pero la realidad es otra bien distinta. En el orden del día de la reunión sí se incluyeron propuestas que intentaban aportar soluciones a las necesidades del SNS en su conjunto, y que se concretan para el presente y el futuro de la atención primaria. Entre los médicos de familia estaban altas las expectativas de que el Consejo Interterritorial pudiera tomar decisiones capaces de generar un avance. Pero decisiones acompañadas de compromisos tangibles y en sintonía con una decisión encaminada al cambio. Sin embargo, las esperanzas se han visto trucadas. En el momento actual predomina, de nuevo, un sentimiento de decepción, acompañado del malestar propio de observar lo difícil que resulta conseguir cambios reales para la atención primaria de nuestro país.

Como muestra de lo acontecido con el punto del orden del día que tenía que debatir el documento Estrategias para la Atención Primaria del siglo XXI (AP21), vamos a recoger algunas de las declaraciones que los Consejeros realizaron a los medios de comunicación al finalizar la reunión. “…las comunidades saben con los presupuestos que cuentan. Pero en este Pleno no se abordan los temas económicos,…, si no las líneas estrategias de desarrollo para el futuro. 

Todos hemos coincidido que son líneas acertadas y que es un excelente documento de trabajo”. Fueron las manifestaciones de la Consejera Andaluza, Mª Jesús Montero. El Consejero de Castilla León valoraba el resultado de la reunión: “… hemos pinchado. Y el que ha pinchado ha sido el Ministerio. …. Creo que se ha reconducido muy bien el tema porque lo primero que se ha hecho es reconocer el esfuerzo que venimos haciendo todas las CCAA en mejorar nuestra Atención Primaria. Y en Castilla y León, desde luego, podemos estar satisfechos”.

En términos muy parecidos realizó declaraciones el Consejero de Castilla-La Mancha, Roberto Sabrido. “…se ha debatido y se ha hablado mucho de AP21. Hemos llegado a un acuerdo, no de aprobar la estrategia en sí, porque no era el objetivo, sino de considerar que ese documento sí que forma parte de un marco estratégico importante para que a partir del cual, las CCAA –que ya estamos tomando muchas medidas- podamos desarrollarlas en el futuro. …Para el SNS, la Atención Primaria, era, es y seguirá siendo una prioridad en todo el Sistema”.

El Consejero de Madrid, Manuel Lamela expuso las siguientes opiniones: “La estrategia de Atención Primaria copia literalmente la de Madrid. Hemos sido referentes a la hora de elaborar el documento que hoy está sobre la mesa. … es un documento de trabajo que ha sido avalado por todos. Y desde luego, reconociendo el esfuerzo de todos los que han trabajado pero que requiere sin duda una maduración. En la Conferencia de Presidentes se dijeron dos cosas para Atención Primaria: recursos y capacidad resolutiva. Todos estamos de acuerdo en que hacen falta más recursos y que hay que aumentar la capacidad resolutiva”.

Sirvan estas declaraciones como botón de muestra para entender por qué este último Consejo Interterritorial del año 2006 ha causado decepción entre los médicos de familia y en el resto de los profesionales de Atención Primaria. El contenido de las mismas puede resumirse en buenos deseos, voluntades compartidas y méritos atribuidos.

A los que hay que añadir la idea compartida de que es necesario caminar en una misma dirección: impulsar e invertir en Atención Primaria. Sin embargo, el acuerdo, la conclusión final, es que nada se decide. Se trata de una decisión sin hechos, sin acciones, sin propuestas, sin dineros. Y por tanto, es una decisión que pasa de puntillas, que evita la adopción de compromisos firmes.

Por tanto, para la globalidad del SNS, si no se producen cambios, se acabará perpetuando la situación de la Atención Primaria. Una situación caracterizada por la existencia de iniciativas parciales desde las diferentes CCAA, manteniendo una financiación muy poco relevante en la globalidad del sistema, sin medios para poder ocupar un lugar central en el sistema sanitario y a remolque del esfuerzo, en muchas ocasiones descomunal, de sus profesionales. En definitiva, con escasas opciones para emerger de la profunda sima en la que se encuentra.

A pesar de este desánimo, quiero agarrarme a una pequeña ventana de esperanza, que también se deriva de esta reunión celebrada el doce de diciembre. Afortunadamente no es la última y todavía quedan muchas más reuniones. Los Consejeros han manifestado que niegan la aprobación del documento presentado, pero que sin embargo, “les encanta”.

Por último, y como haz final, coinciden en que “lo mejor” del sistema sanitario debe ser la Atención Primaria. Eso significa que al menos sabemos con certeza que no luchamos contra molinos de viento. Ya ningún político nos podrá calificar como por fanáticos que sólo pensamos en nuestros intereses. Las palabras pronunciadas en el Consejo Interterritorial nos han cargado de razones para seguir reclamándoles, para seguir recordándoles que tienen la responsabilidad política de definir propuestas, de concretar presupuestos que impulsen la Atención Primaria.

Finalizo esta tribuna con las demandas que desde semFYC hicimos llegar a los 17 Consejeros y a la Ministra días antes de la reunión. Pedimos la aprobación por el máximo órgano de gobierno del SNS de la Estrategia AP21 como documento que ha sido consensuado por los profesionales y las administraciones sanitarias; la creación de una Oficina de Seguimiento que garantice y vele por el impulso de la Atención Primaria en todas las CCAA; y que se alcance un acuerdo de Estado para el aumento de las inversiones en AP. No cesaremos en nuestro empeño, porque, ahora más que nunca, estamos convencidos de que no podemos permitir el deterioro del sistema sanitario público.


Luis Aguilera
Presidente de semFYC

(Reproducción del texto íntegro que aparece publicado hoy día 18 Diciembre como tribuna en Diario Médico)