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El test Audit y la entrevista clínica, herramientas fundamentales para que el médico de familia pueda detectar el alcoholismo

El test Audit y la entrevista clínica, herramientas fundamentales para que el médico de familia pueda detectar el alcoholismo

Fecha de publicación: 01 de junio de 2006

En el taller se dieron a conocer las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja que todos los médicos de familia dispongan de un test, denominado Audit, que no sólo mide la cantidad de alcohol consumida, sino también las consecuencias que este consumo tiene en el paciente. Asimismo, se destacó la importancia de la entrevista clínica, ya que es una herramienta fundamental para el médico de familia.

Según afirmó el doctor Jacinto Mosquera, médico de familia y experto en el tema del alcoholismo, “en muchos casos, los bebedores de riesgo desconocen las consecuencias que el alcohol tiene sobre su salud y sus relaciones sociales y laborales”. Mosquera insistió en que hay que evitar en todo momento que el afectado se sienta perseguido o sancionado. “No hay que buscar culpables, sino estimular al paciente para que no continúe bebiendo”, asegura.

En opinión del doctor José Zarco, director académico de estas jornadas y coordinador del Grupo de Intervención en Drogas de la semFYC, “aunque no existe un perfil concreto de bebedor de riesgo, porque puede pertenecer a cualquier clase social, nivel económico, sexo, etc, sin embargo, continúa siendo más frecuente entre los varones. El 5,3% de la población española es considerada bebedora de riesgo y el 12.3% en edad escolar”.

La mayoría de la población acude al menos una vez al año al médico de familia y esto facilita que este profesional pueda preguntar al paciente sobre sus hábitos y estilos de vida. “Si el paciente presenta una dependencia al alcohol”, explica el doctor Mosquera, “analizamos el caso y lo motivamos para que reciba un tratamiento especializado. Sin embargo, la mayoría de los casos son bebedores de riesgo, es decir, pacientes en los que debe intervenir el médico de familia a través de un consejo breve para conseguir que reduzca o suprima, en el caso de que existan contraindicaciones, su consumo. Está comprobado que el consejo breve es una actividad muy costo-eficiente”.