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Diez años después de la aprobación de la “Ley Integral” contra la violencia de género

Diez años después de la aprobación de la “Ley Integral” contra la violencia de género

Fecha de publicación: 25 de noviembre de 2014
En diciembre se cumplirán diez años de la entrada en vigor de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que significó un considerable avance al abordar la violencia hacia las mujeres de manera integral, desde todos los ámbitos.

En la exposición de motivos la Ley establece que "La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestro país. Se trata de una violencia que se dirige contra las mujeres por el mismo hecho de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión" y que "Los poderes públicos no pueden ser ajenos a la violencia de género, que constituye uno de los ataques más flagrantes a derechos fundamentales como la libertad, la igualdad, la vida, la seguridad y la no discriminación proclamados en la Constitución" y que tienen "la obligación de adoptar medidas de acción positiva para hacer reales y efectivos dichos derechos, removiendo los obstáculos que impiden o dificultan su plenitud."

Desde la aprobación de la Ley han sido asesinadas en este país más de 700 mujeres por sus parejas o ex-parejas.

Del análisis de la aplicación de la ley se desprende:
- El presupuesto estatal destinado a la lucha contra la violencia se ha reducido.
- Se ha producido una merma en la calidad de los servicios de atención integral a las víctimas, reduciendo las horas de atención o cerrando servicios.
- En el ámbito educativo, la coeducación sigue siendo una asignatura pendiente.
- La publicidad sigue perpetuando los estereotipos de género.
- Los medios de comunicación siguen tratando esta violencia como un "suceso" y no como un problema social.
- En el ámbito sanitario la formación es insuficiente y no siempre funciona adecuadamente la coordinación.
- En el ámbito judicial escasean las concesiones de órdenes de protección y se consideran como faltas hechos calificados de delitos en la Ley.
- Las campañas de sensibilización solo plantean que la mujer denuncie.
- La violencia hacia las mujeres es el único caso en que se culpabiliza a la víctima, exigiéndole que tome decisiones que, por lo general, no está en condiciones de tomar.
- Es necesario conocer que, a lo largo del proceso de la violencia, la mujer suele sufrir una pérdida progresiva de autoestima lo que, unido a las dificultades económicas, judiciales, sociales..., aumenta la sumisión y el miedo hacia el agresor y dificulta que la mujer pueda poner fin a la relación. Y que cualquier forma de violencia repercutirá en su salud física, psicológica, sexual, reproductiva y social.

La Convención europea para la prevención y lucha contra la violencia contra la mujer (Convenio Estambul, que España ha ratificado, en agosto de 2014) pretende que todas las mujeres de la Unión Europea puedan estar amparadas por una ley común, independientemente del país donde residan.

Los principales objetivos son:
- Promover la igualdad entre el hombre y la mujer, combatiendo la discriminación contra la mujer.
- Luchar contra la impunidad de los responsables de estos actos.
- Recopilar los datos y crear estrategias eficaces y coordinadas.
- También se considera necesario que los profesionales que atiendan a las víctimas cuenten con la formación y los recursos adecuados.

El fin de la violencia depende de que se aplique correctamente la ley y también de que se implique toda la sociedad para conseguir una igualdad efectiva entre hombres y mujeres y acabar con las relaciones de dominio y control que siempre se ejercen con algún tipo de violencia.

Es necesario trabajar en prevención, detección, protección y afrontamiento, con recursos institucionales que permitan a las víctimas su recuperación en el proceso hacia una vida sin violencia.

La OMS considera la violencia hacia las mujeres como un grave problema de salud pública y afirma que los profesionales de atención primaria estamos en un lugar idóneo para la detección precoz y para dar información. Preguntar y ejercer la escucha ya es, en sí, un acto terapéutico que muchas mujeres están necesitando y esperando de los profesionales de la salud porque, con frecuencia, la consulta es el único lugar donde las mujeres pueden hablar de lo que les está pasando.


Grupo de trabajo Atencion a la Mujer
Gema Coira, Emilia Bailon y Blanca Gutiérrez