La selección del antibiótico: priorizar la rapidez en la acción y la efectividad
En el marco del decálogo para el uso responsable de antibióticos, el tercer punto señala la necesidad de actuar con rapidez y seleccionar de forma adecuada el antibiótico con mayor efectividad antimicrobiana, para así abordar situaciones clínicas críticas, en las que el tiempo es crucial para el éxito del tratamiento y la recuperación temprana de los pacientes.
Se ha demostrado que el uso de antibióticos con alta velocidad de acción se convierte en una medida esencial para combatir rápidamente agentes infecciosos y evitar complicaciones potencialmente mortales en patologías como la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) y la exacerbación grave de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (AEPOC) en pacientes ancianos o con comorbilidades.
Dar con el mejor tratamiento
La elección del antibiótico adecuado, con base en la rapidez y efectividad de su actividad antimicrobiana, debe basarse en criterios clínicos y resultados de pruebas de sensibilidad bacteriana. Esta práctica busca reducir la aparición de resistencia bacteriana y garantizar una terapia más precisa y beneficiosa para el paciente.
Haciendo clic en este enlace, puedes consultar una tabla comparativa de la duración del periodo de comorbilidad cuando se administran antibióticos que producen descensos rápidos o lentos de la concentración bacteriana.