Algunos consejos que pueden prevenir el desgaste de la persona cuidadora:
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No espere a tener que decir «no puedo más». Sepa pedir ayuda, va en ello su salud y la de los suyos:
- Si necesita ayuda, pídala abiertamente, no espere a que los demás la vean agotada o a que lo adivinen. Uno solo a veces no lo puede llevar.
- Diga de forma clara y concreta el tipo de ayuda que necesita. Es mucho más fácil saber lo que uno necesita si se expresa claramente.
- Pida consejo a su médico/a o a su enfermero/a o al trabajador/a social de su centro de salud o ayuntamiento. Ellos le informarán sobre centros de ayuda y estimulación. A veces uno piensa que en otro sitio no le van a cuidar mejor que usted.
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Cuídese llevando un vida sana:
- Duerma lo suficiente. La falta de sueño va afectando lentamente y sin darnos cuenta en nuestra salud. Si por la noche no duerme suficientemente, utilice algunos momentos para descansar por el día como la siesta.
- Haga ejercicio con regularidad. El ejercicio físico es una forma excelente para combatir tanto la depresión como la tensión emocional y tiene un efecto directo favorable sobre la salud.
- Mantenga su red social con los amigos y familiares. No se aísle como consecuencia de los cuidados.
- Deje algunos momentos al día para usted. Pida ayuda para ello.
- Salga de casa y que le substituyan los familiares o amigos.
- Mantenga sus aficiones: la lectura, el cine, etc.
- Piense en los demás miembros de su familia y no los descuide.
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Organice su tiempo:
- Anticípese a los contratiempos que puedan sugirle.
- Llevar una vida ordenada le permitirá asignar los recursos de los que disponga.
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No asuma más de lo que pueda llevar:
Una tendencia frecuente es hacer tareas que la propia persona a la que cuidamos puede hacer de forma autónoma, como vestirse, comer, etc. No lo haga ya que esa persona dejará de hacerlas y aumentará su carga.
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Aplíquese los derechos asertivos de la persona cuidadora:
- Derecho a dedicar tiempo y actividades a nosotros mismos, sin sentimientos de culpa.
- Derecho a resolver por nosotros mismos aquello que seamos capaces y derecho a preguntar sobre aquello que no comprendamos.
- Derecho a ser tratados con respeto por aquellos de quienes solicitamos consejo y ayuda.