Es muy importante detectar las señales de alarma que preceden a las alteraciones emocionales de la sobrecarga de la persona cuidadora, para poder intervenir con la suficiente antelación y no esperar a que se cronifiquen y lleguen a convertirse en irreversibles.
Como cuidador o cuidadora conviene estar atentos si sepresenta uno o varios de los siguientes síntomas:
- Cansancio y pérdida de energia y vitalidad, sueño excesivo.
- Aislamiento.
- Aumento en el consumo de bebidas alcohólica, tabaco y/o fármacos ansiolíticoso hipnóticos.
- Problemas de memoria, dificultad para concentrarse.
- Desinterés por las actividades y personas.
- Aumento o disminución del apetito.
- Irratabilidad y enfados frecuentes y sin motivo aparente.
- Cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo, nerviosismo, tristeza, frustración.
- Problemas en el lugar de trabajo.
- Problemas económicos.
- Castigos desproporcionados, trato despectivo o vejatorio hacia la persona que se cuida.