Los sanitarios, primeras y segundas víctimas en seguridad del paciente durante la pandemia

Que la seguridad del paciente se ha visto gravemente afectado y se ha deteriorado durante la pandemia es algo que ha tratado la revista de Atención Primaria en su monográfico de Seguridad del Paciente. Pero la realidad es que también lo ha hecho la seguridad del profesional. Lo confirma el artículo La seguridad de los profesionales como condición indispensable para la seguridad de los pacientes, publicado en el mismo monográfico. Y ha sido así por que…
 

“han trabajado en condiciones laborales inseguras, con escasez de medios de protección, gran incertidumbre, falta de conocimiento científico y protocolos de trabajo rápidamente cambiantes para el abordaje de los casos y contactos de infección por la COVID-19, con una alta presión asistencial, largas jornadas de trabajo, suspensión de permisos y vacaciones, e incluso cambios de sus puestos de trabajo”

Esta situación tan compleja ha supuesto que los profesionales sanitarios en general y los de AP en particular se hayan convertido en primeras víctimas de la pandemia. Especialmente al inicio de la pandemia, cuando estuvieron expuestos a la infección del SARS-CoV-2. Por suerte, la COVID-19 fue considerada enfermedad profesional en España en marzo de 2021, y lo hizo con carácter retroactivo.



Los profesionales de AP también han sido primeras víctimas debido al desgaste y agotamiento profesional durante toda la pandemia y a  la ansiedad y el estrés a los que se ha llegado ante la imposibilidad de atender a los pacientes adecuadamente.



Segundas víctimas



Pero También han sufrido daños como segundas víctimas, es decir, los que se tienen cuando un paciente padece un daño accidental en el proceso de atención. Como se indica en el artículo, escrito por María Luisa Torijano Casalengua, José Ángel Maderuelo-Fernández, María Pilar Astier Peña y Rosa Añel Rodríguez, este tipo de situaciones

“supone una experiencia traumática y dolorosa no solo para el paciente y su familia, sino también para los profesionales que se ven involucrados, convirtiéndose así en segundas víctimas de dicho evento adverso”.

Durante la pandemia, este tipo de eventos se ha multiplicado, tanto en consulta como en atención domiciliaria, en la que los cuidados se prestan de forma colaborativa con los cuidadores, que también sufren este fenómeno.

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