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La semFYC reclama refundar el modelo de AP para dar respuesta a la creciente preocupación social por la salud individual

La semFYC reclama refundar el modelo de AP para dar respuesta a la creciente preocupación social por la salud individual

Fecha de publicación: 11 May 2023
La semFYC abre su congreso anual, que en esta ocasión se celebra en la ciudad de Donostia, haciendo una llamada de atención sobre el incremento de la preocupación de los españoles acerca de los asuntos relacionados con su salud. Este aumento de la intranquilidad se evidencia en el incremento de las visitas de los pacientes a consultas ordinarias y a los servicios de urgencias de Atención Primaria, pero también en los resultados de las encuestas realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), con notables diferencias entre los años previos y posteriores a la pandemia. Por ello, la semFYC defiende una "refundación del modelo de Atención Primaria" basada en el refuerzo "del conjunto de activos en salud".



Desde 2017, la presión sobre la actividad asistencial en Atención Primaria se ha incrementado, no solo por la situación que supone para la presión asistencial, sino más concretamente, por lo que eso deja entrever respecto a la sociedad española y cómo ha afectado la pandemia por la COVID. Según datos del Sistema de Información Estadística de Atención Primaria con los que cuenta el Ministerio de Sanidad, en 2017 las consultas ordinarias en AP se situaban en torno a los 232 millones al año, mientras que en 2021 superaron los 262 millones de consultas; es decir, un 12,69% de actividad.



En su análisis numérico de los datos para todo el estado, Remedios Martín, presidenta de la semFYC, ha seguido analizando cómo "el problema que percibimos los profesionales es que este aumento de 30 millones más de consultas no se ha traducido en un modelo de gestión de la demanda distinto y seguimos vehiculando la mayoría de la actividad a través de la consulta de Medicina". La tasa de reposición en este mismo periodo no ha dado lugar para incorporar más profesionales, que desde 2017 se mueven en torno a los 29 mil facultativos, con una progresión prácticamente plana (+1,7%). En materia de gestión de agendas, sumar 30 millones de consultas más, gestionadas por 29 mil facultativos, significan un millar de citas más al año.



Estos datos atañen solamente a consultas programadas; incorporar la actividad urgente de dispositivos de atención primaria a la ecuación amplifica el problema. La evolución de los datos de estos puntos asistenciales, aunque representan una parte menor de la actividad, es enorme y se ha pasado de estar atendiendo 11,8 millones de urgencias a 29,7 millones, entre 2007 y 2021, un 53% más.



Sin datos propios para el País Vasco a disposición, el presidente de la Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria, Gorka Maiz, ha solicitado "poder acceder a estos datos desde los portales de Osakidetza o del gobierno", donde no están disponibles. Maiz ha explicado que "probablemente, esto no sea casual y tenga relación con el modelo organizativo en OSIs que se fue desplegando en esos años y que ha ido diluyendo la AP, también a la hora de exponer datos de actividad o de hablar de presupuestos". Con los datos del Ministerio de Sanidad, disgregados por comunidades, la progresión estatal se replica en todas las comunidades: los datos de demanda de atención no paran de crecer sin que el cupo de profesionales avance al mismo ritmo.



// Crecen las consultas a la par que crece la preocupación por la salud



A nivel estatal, la razón de que el número de consultas haya crecido tanto en apenas 16 años se explica, en parte, por la creciente preocupación de la población por la salud, como demuestran los resultados del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).



En febrero de 2019, la sanidad solo era mencionada como principal problema de Estado por un 2,5% (situándose a nivel general en sexto lugar, por detrás del paro, los partidos políticos, los problemas de índole económica, la corrupción o el fraude) y como principal problema personal por un 5,4% (por delante quedaban el paro, los problemas de índole económica y las pensiones).



Sin embargo, en la encuesta de marzo de 2023, un 3,3% de la población mencionó la salud como principal problema al que se enfrenta la sociedad (los problemas de índole económica, el paro, la política siguen estando por delante), pero ya fueron un 10% de las personas las que señalaron que la salud era lo que más les preocupaba a nivel personal: ha pasado a convertirse en el segundo asunto que más preocupa a las personas, solamente superada por los problemas económicos.



Echando la vista atrás, en 2007, solamente un 1,1% de los españoles respondían que la sanidad era el principal problema del Estado y para un 2,2% era el problema que más les afectaba.



// Crece la “incertidumbre” sobre el estado de la salud



“Se ha pasado de tener consultas colmadas con clínica de procesos de enfermedad, a consultas sobre incertidumbres vinculadas a la salud y eso se explica por un aumento de la preocupación en relación con la salud propia que va en aumento año tras año y se ha multiplicado de forma exponencial con la COVID”, ha afirmado la presidenta de la semFYC, Remedios Martín Álvarez, en la rueda de prensa.



Desde las semFYC se ha querido recalcar la importancia de que esas cuestiones relacionadas con la incertidumbre respecto a la salud no sean siempre gestionadas por especialistas en Medicina de Familia: “Hay que dar respuesta a este tipo de problemas mediante la suma de todos los agentes de salud que existen en la Atención Primaria”, ha afirmado Martín.



Es el momento de apostar de verdad por estrategias que den respuesta a las necesidades de la ciudadanía, de la población, y que no siempre tengan que pasar por los sanitarios, por los médicos y médicas de familia. Es necesario dar información sobre los recursos y su utilización a los ciudadanos y ciudadanas, y es imprescindible poner esfuerzos en la educación sanitaria, educar en salud desde las escuelas. La sostenibilidad del sistema empieza por una “ciudadanía sana y sabia”.



// Visión de equipos en Atención Primaria



En este complejo escenario cobra mayor relevancia la apuesta de la semFYC por los equipos de Atención Primaria, en los que “todas las personas profesionales atiendan las necesidades de salud de la población en base a su desarrollo hasta un techo competencial y asistencial”, ha recordado Remedios Martín. “No solamente hay que incorporar médicos de familia a la Atención Primaria. También es imprescindible incorporar otros perfiles”, ha afirmado la presidenta de la semFYC. Y ha añadido: “En relación al nuevo modelo organizativo y de gestión, tenemos la sensación de que muchas administraciones aún no han entendido cuán necesaria es la transformación de este nivel asistencial. Una transformación que implica un compromiso firme hacia la calidad de la atención sanitaria. El momento actual clama por una refundación de la Atención Primaria en España”, ha recalcado.



El modelo de la triada asistencial favorece que cada ciudadano, cada ciudadana tenga un médico o médica de familia que asegura la longitudinalidad, y además un equipo formado por su médico o médica, enfermera y administrativo sanitario que dan respuesta a sus necesidades o demandas. La accesibilidad pasa por atender sus demandas por el profesional más adecuado, y asegurando la eficiencia del sistema, y manteniendo los valores de la atención primaria, como son la longitudinalidad, la accesibilidad, la transversalidad y la universalidad. 



// Los médicos del País Vasco reclaman un plan para AP



En su turno de intervención, Gorka Maiz, presidente de la Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria, OSATZEN, ha puesto sobre la mesa la necesidad de llevar a todas las comunidades la plasmación del Plan de Acción 22-23 de la Atención Primaria impulsado desde el Ministerio y el Consejo interterritorial: “Debería suponer planes y medidas concretas por parte de cada comunidad, acompañadas de un presupuesto para ellas”, ha señalado.



Sobre el plan pre-pandemia que se elaboró en 2019, como respuesta al Marco Estratégico de Atención Primaria, Maiz ha recordado que dicho plan recabó la aprobación de la sociedad de médicos, aunque la realidad es que “las medidas que se proponen no se están traduciendo en cambios visibles para profesionales y pacientes, ni a la velocidad ni con la contundencia que precisarían en la situación que nos encontramos”.



Desde la OSATZEN, además de ahondar en la necesidad del modelo de trabajo en equipo, la orientación de la consulta a la clínica y la evidencia, y el desarrollo de perfiles hasta su techo competencial, se ha defendido un modelo que incorpore “medicina y atención personalizada, que genere equidad, especialmente enfocada en los que más nos necesitan, en las familias, en las comunidades”, y ha añadido que este modelo ya existe “y se llama Medicina de Familia y Comunitaria, y Atención Primaria de Salud”.



// Retención de talento



Otro asunto importante sobre el que se ha hablado en la rueda de prensa tiene que ver con la retención de talento en la sanidad española y, en concreto, entre los jóvenes médicos y médicas de familia que se han formado en las distintas Unidades Docentes del territorio español. Para ello es esencial construir lo que Remedios Martín ha denominado “un marco innovador con condiciones contractuales estables y de calidad que actúen de garante para el desempeño profesional de los facultativos cuando terminan la residencia”.



El sistema de contratación innovador por el que aboga la semFYC ha de servir de marco para todos los jóvenes médicos, además de estar dirigido a los R4 que terminan la residencia este mes de mayo. A ojos de la semFYC, la contratación de jóvenes médicos de familia debería hacerse con vistas a “consolidar la longitudinalidad, ofreciendo contratos prolongados y no modelos de contratación temporal en precario”. El mismo modelo contractual se fundamentaría en contratos que faciliten la conciliación familiar, que dispongan de turnos deslizantes o adecuaciones horarias, con flexibilidad para diferentes tipos de consultas (presenciales, virtuales), y que se puedan adecuar a todas las competencias de los médicos y médicas de familia, desde investigación, a urgencias y docencia en UUDD.



Con esta visión de modelos de contratos innovadores, la presidenta de la semFYC, Remedios Martín, defiende la creación de “plazas con perfiles mixtos que permiten desarrollar tanto la actividad laboral en la consulta asistencial como la realización de otras tareas propias y ámbitos competenciales de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria para los cuales nos formamos estos especialistas”. La presidenta de la semFYC se refiere al desarrollo en ámbitos como la investigación, la docencia y tareas formativas de las Unidades Docentes, en las unidades de cuidados paliativos o de continuidad asistencial, en urgencias, o en tareas de gestión.



Dentro de este modelo contractual, además, se debería considerar la necesidad de llevar a cabo medidas de discriminación positiva uniformizada en todas las Comunidades Autónomas destinadas a facilitar cubrir las plazas de difícil cobertura. La cobertura de estas plazas, más frecuentes en el medio rural, es uno de los retos sobre los que el Ministerio de Sanidad está poniendo el foco.



// Elección de plazas MIR



Recién acabado el plazo para elegir plazas MIR, el pasado día 7 de este mismo mes, los datos pueden parecer preocupantes, y se han de valorar en el contexto de la convocatoria. Lo deseable hubiera sido que se hubieran cubierto todas las plazas, de todas las especialidades, teniendo en cuenta que este año se han aumentado el número global de plazas (8.550 en 2023, frente a 8.188 en 2022), y también de medicina de familia (2.455 en 2023, frente a 2.336 en 2022). Terminada esta primera convocatoria quedan 202 plazas sin cubrir (en proporción menos que el año pasado), y sobre todo de las unidades docentes del entorno rural o semirural.



En este sentido, Remedios Martín ha recordado que “el problema de las vacantes de Medicina de Familia con el MIR, no nos cansaremos de decirlo, responde a una cuestión de desconocimiento que genera falta de vocaciones. La clave está en la Universidad. Es un sinsentido que la especialidad más importante en número de plazas y en actividad clínica del Sistema Nacional de Salud no cuente con presencia más marcada en el grado de todas las facultades de Ciencias de la Salud de nuestro país y no solo con una asignatura de medicina de familia, sino de forma transversal en todo el grado. Existe un déficit de médicos de familia en la universidad, en los departamentos, o en las futuras unidades específicas que surgirán de la aplicación del último Real Decreto de redefinición de los departamentos universitarios”.



La presidenta de la semFYC señala que las vacantes están circunscritas a zonas rurales más desprotegidas y por este motivo aboga a favor de un sistema de “discriminación positiva de estas Unidades Docentes que se fundamente en más recursos, en soporte a los profesionales en el ámbito de la docencia, con la incorporación de la transformación digital en docencia y la sinergia entre unidades docentes”.



Esta visión de la presidenta de la semFYC se orienta también a impulsar que las Unidades Docentes, además de la formación en actividad clínica, sean fuertes en investigación, en innovación en docencia, en actividad comunitaria, en sistemas de Erasmus para residentes... “Articular un modelo de estas características, como ya se ha hecho en algunas zonas, coloca determinados destinos de difícil cobertura en la primera línea de salida”.



El impulso del MIR de Medicina de Familia se fundamenta, pues, en el impulso en las facultades de Medicina, en la discriminación positiva de las Unidades Docentes de familia y en la motivación de los médicos de familia, que deben dar un paso adelante”.



Remedios Martín, como máximo portavoz del conjunto de médicos de familia en España, ha señalado que es el momento de “sustituir kilos de diagnósticos de que adolece la atención primaria, por altas dosis de intervención proactiva”. Y ha concluido: “Necesitamos a médicos de familia que sean excelentes clínicos, pero también que sean buenos docentes para los residentes, médicos de familia que se orienten a la Universidad y que hagan investigación".