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¿Y después de la fase aguda del COVID-19 qué...?, un documento elaborado por AMF
Fecha de publicación: 10 de abril de 2020
Continuando con su idea de publicar en abierto textos que puedan resultar de interés a médicos y médicas de familia durante el tiempo que se prolongue la situación de excepcionalidad provocada por la COVID19, AMF pone en común un trabajo titulado
¿Y después de la fase aguda del COVID-19 qué...?
Se trata de un documento en el que se plantean los posibles escenarios que van a surgir tras la oleada de ingresos actual. Hay que tener en cuenta que a la atención postaguda de los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 que se encuentran hospitalizados, se unirán los que tengan diagnóstico de COVID leve o moderado atendidos y controlados en AP; y los que, a pesar de haber tenido una evolución grave, han decidido permanecer en casa.
De hecho, el texto contempla el caso de alta tras una hospitalización por COVID grave. Es importante que los centros hospitalarios contacten con los de AP de los pacientes y les remitan su historia clínica que deberá llegar al responsable del seguimiento del paciente. Allí se le recomendará mantenerse en aislamiento durante 14 días y se le hará un control clínico a las 2 y a las 4 semanas.
En casos de superación de enfermedad aguda, es posible que se produzca afectación y posibles secuelas. Por eso habrá que estar atento, con atención longitudinal e integral, al paciente, pero también al cuidador. Ambos tienen un riesgo importante de presentar síntomas depresivos, ansiedad y trastorno por estrés postraumático.
En el Seguimiento tras el alta de un COVID grave que precisó o no ingreso en UCI se debería controlar fundamentalmente la función pulmonar y cardíaca. Pero también la hepática y renal. En este punto el documento de AMF mantiene aspectos generales a tener en cuenta; anamnesis, exploración física, revisión de analíticas de alta y otras pueblas complementarias.
Es interesante acceder al documento completo, que ha sido elaborado por María José Fernández de Sanmamed Santos, Laia Riera Armengol y Elena Serrano Ferrández.
¿Y después de la fase aguda del COVID-19 qué...?
Se trata de un documento en el que se plantean los posibles escenarios que van a surgir tras la oleada de ingresos actual. Hay que tener en cuenta que a la atención postaguda de los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 que se encuentran hospitalizados, se unirán los que tengan diagnóstico de COVID leve o moderado atendidos y controlados en AP; y los que, a pesar de haber tenido una evolución grave, han decidido permanecer en casa.
De hecho, el texto contempla el caso de alta tras una hospitalización por COVID grave. Es importante que los centros hospitalarios contacten con los de AP de los pacientes y les remitan su historia clínica que deberá llegar al responsable del seguimiento del paciente. Allí se le recomendará mantenerse en aislamiento durante 14 días y se le hará un control clínico a las 2 y a las 4 semanas.
En casos de superación de enfermedad aguda, es posible que se produzca afectación y posibles secuelas. Por eso habrá que estar atento, con atención longitudinal e integral, al paciente, pero también al cuidador. Ambos tienen un riesgo importante de presentar síntomas depresivos, ansiedad y trastorno por estrés postraumático.
En el Seguimiento tras el alta de un COVID grave que precisó o no ingreso en UCI se debería controlar fundamentalmente la función pulmonar y cardíaca. Pero también la hepática y renal. En este punto el documento de AMF mantiene aspectos generales a tener en cuenta; anamnesis, exploración física, revisión de analíticas de alta y otras pueblas complementarias.
Es interesante acceder al documento completo, que ha sido elaborado por María José Fernández de Sanmamed Santos, Laia Riera Armengol y Elena Serrano Ferrández.
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