8M: #YoMédicaDeFamilia

El año 2016 marcó un punto de inflexión en lo que se refiere a la feminización de la medicina: fue 2016 el primer año en el que el número de mujeres superó al de hombres en el cómputo total de especialistas colegiados y, desde entonces, las proporciones no han hecho más que crecer. Que la medicina es una profesión feminizada se ve desde hace años en las facultades y es el momento de que esto se traslade a muchos otros ámbitos, entre los que destacan los siguientes ejes de superación de barreras necesarias: 

• Superar el techo de cristal en la gestión: es necesario un compromiso firme de todos los niveles de la Administración y los órganos de gobierno para eliminar las barreras que impiden el avance de las mujeres médicas hacia roles de liderazgo y gestión. Estas iniciativas deben pasar por programas de mentoría y capacitación específica para que las mujeres puedan acceder a puestos directivos y participar activamente en la toma de decisiones en el ámbito médico. 
• Impulso a la investigación con perspectiva de género: por el bien de la salud de todas las mujeres, demandamos una mayor inversión y apoyo para investigaciones clínicas que analicen las diferencias por género en la salud y la enfermedad. Es fundamental comprender cómo factores biológicos, pero también los sociales, desde lo comunitario, influyen en la presentación de enfermedades y en las respuestas a los tratamientos en hombres y mujeres. Esta investigación permitirá mejorar la práctica clínica y adaptar los tratamientos de manera más efectiva y equitativa. 
• Medidas concretas para la conciliación: garantizar un ambiente laboral que promueva el equilibrio entre la vida personal y profesional es esencial para retener y empoderar a las mujeres en medicina. 
• Visibilidad de las mujeres médicas: a pesar de los pasos que ya hemos dado, es todavía necesario dar una mayor visibilidad y reconocimiento de las contribuciones de las mujeres en todos los ámbitos vinculados con la medicina, desde la práctica clínica hasta la investigación, la docencia y la gestión sanitaria. Es fundamental que se reconozca el talento de las mujeres médicas, y que se promueva su participación activa en conferencias, paneles, comités y publicaciones académicas. Solo a través de la visibilidad y el reconocimiento podemos inspirar a las futuras generaciones de mujeres médicas y eliminar estereotipos de género arraigados en la profesión. 

Las mujeres hemos desempeñado un papel fundamental en la medicina a lo largo de la historia, demostrando habilidades excepcionales, dedicación y empatía en la atención de la salud. Hemos sido pioneras en la investigación médica y referentes en la práctica clínica de calidad, pero todavía hoy quedan techos de cristal frente a los que reivindicarnos y pedir una verdadera equiparación. 

En este Día Internacional de la Mujer, reafirmamos nuestro compromiso de apoyar y empoderar a todas las mujeres en la medicina. 8M, con M de Medicina 

#YoMédicaDeFamilia