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Médicos de familia reclaman estrategias desmedicalizadoras para reducir el uso prolongado  de benzodiacepinas en la población ante problemas de ansiedad o insomnio

Médicos de familia reclaman estrategias desmedicalizadoras para reducir el uso prolongado de benzodiacepinas en la población ante problemas de ansiedad o insomnio

Fecha de publicación: 10 de octubre de 2023
El abordaje de la salud mental en adolescentes preocupa y mucho: uno de cada cinco jóvenes de entre 10 y 19 años ha sido diagnosticado con algún problema de salud mental, según datos de UNICEF (2021), lo que coloca al país como el líder en prevalencia diagnosticada de trastornos mentales en menores en Europa. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el 50% de los trastornos mentales se inician a los 14 años o antes, y el 75% antes de los 18 años.



Estos datos reflejan la importancia de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado hoy, 10 de octubre. La semFYC aprovecha esta fecha para hacer una llamada apremiante a la acción, destacando los datos de salud mental en los adolescentes y poniendo sobre la mesa el incremento de prescripciones de benzodiacepinas en este grupo de edad. La salud mental de la juventud es un componente crucial de nuestro bienestar colectivo y merece una atención prioritaria en la agenda de salud pública.



Aumento del consumo de benzodiacepinas en adolescentes



El consumo de benzodiacepinas en España, pero también globalmente, ha experimentado un aumento en los últimos años en respuesta al incremento de los trastornos de salud mental relacionados con la pandemia de COVID-19. Los mayores afectados en términos de salud mental fueron los adolescentes.



Guillermo Lorenzo, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Atención al Adolescente de la semFYC, señala que "desde principios de 2021, inicialmente hemos observado a nivel estatal un preocupante aumento en el número de adolescentes que consultan con síntomas psiquiátricos y/o psicológicos". Además, indica que “hemos detectado un notable incremento de casos” de jóvenes con intoxicaciones múltiples relacionadas con un mayor acceso a psicofármacos, bien por un aumento en la prescripción para los propio adolescentes, como para sus familiares“



Asimismo rescató los datos de la encuesta ESTUDES (Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España), que ponen de relieve que lostranquilizantes y somníferos son la cuarta sustancia más usada por personas de entre 14 y 18 años en España. “Estas cifras son las más elevadas de consumo desde que existen registros”, afirma el especialista en medicina de familia.



En los últimos 18 años de registro de la encuesta ESTUDES, el uso de tranquilizantes en los menos de 30 años se ha triplicado, a pesar de que son las personas mayores de 65 años las que lideran la demanda de este tipo de medicamentos.



“Hay una dinámica general de polimedicación”, señala Mara Sempere, del Grupo de Trabajo de utilización de Fármacos de la semFYC. “Son medicamentos complejos porque generan adicción. Su retirada tiene que ser gradual, progresiva. Es importante insistir en el tratamiento no farmacológico”.  



De acuerdo con la encuesta más reciente, ESTUDES, un 9,7% de la población española utilizó hipnosedantes en el último mes, independientemente de si tenían o no una prescripción médica. Además, un 7,2% de la población reconoció un consumo diario de estos medicamentos. Según el Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar de 2021, el 25% de los jóvenes de 15 a 29 años consumieron psicofármacos en el último año.



En datos técnicos de dispensación mediante receta, en 2021 (según los últimos datos disponibles en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), se expidieron 58,53 DDH (dosis diarias definidas por 1.000 habitantes y día) del grupo de medicamentos derivados de la benzodiacepina, marcando la cifra más alta de recetas desde 2010. Una utilización de 58,53 DHD puede ser interpretada como si cada día de dicho año un promedio de 58,53 de cada 1.000 habitantes hubiesen recibido una dosis diaria definida del medicamento Hasta 2019 estas cifras se habían mantenido en una horquilla entre 54 y 56.



Por su parte, Luz de Myotanh Vázquez Canales, médica de familia y coordinadora del Grupo de trabajo de Salud Mental de la semFYC, indica que este aumento de prescripción de benzodiacepinas en adolescentes puede darse, en parte, debido a la escasez de recursos sanitarios y comunitarios para esta población y a las listas de espera en la Unidades de Salud Mental. Esto provoca que “para controlar algunos de los síntomas, se acaba pautando un fármaco, porque los recursos llegan tarde. En muchos casos no se darían, si la accesibilidad a los servicios fuera más fácil”, afirma la médica de familia.



Los efectos adversos de las benzodiacepinas en adolescentes



En la última recomendación No Hacer incorporada a la guía española, Qué hacer y no hacer en la atención a la adolescencia,, elaborado por el Grupo de Trabajo de Atención al Adolescente de la semFYC, resaltan que el uso de estos fármacos en adolescentes “comporta más posibles efectos adversos secundarios indeseables que los beneficios que se obtienen”. En dicho documento se destaca que no es recomendable el uso de benzodiacepinas para tratar la ansiedad o el insomnio en adolescentes, teniendo en cuenta la dependencia que puede generar y la aparición de efectos adversos indeseables.



En este caso, según la coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la semFYC, apunta que “el daño que pueden provocar en los adolescentes se debería tener en cuenta. Esto nos debe llevar a la implementación de la prevención cuaternaria. Muchos psicofármacos tienen efectos secundarios y posiblemente sean peor llevados por los adolescentes que por una persona adulta, como por ejemplo el aumento del peso”.



Por su parte, la especialista Mara Sempere apunta que “el tratamiento no farmacológico es esencial para abordar la ansiedad y el insomnio, ya que las benzodiacepinas no son apropiadas como tratamiento a largo plazo ni son de primera elección en estos casos”.



Más prescripciones de benzodiazepinas en Atención Primaria



Luz de Myotanh Vázquez apunta que “el aumento de la prescripción de benzodiacepinas en nuestro medio va coligado al incremento de patología mental, pero también a una medicalización de problemas mundanos que antes se resolvían en la comunidad y en el ámbito familiar y ahora llegan a la consulta de un médico”.



Asimismo, la especialista señala que muchas de estas prescripciones salen de Atención Primaria y que estas podrían evitarse si las agendas de los médicos y médicas de familia se respetasen ofreciendo tiempo y calidad a los pacientes. “Los estudios nos dicen que si el profesional sanitario dedicara unos minutos a explicar los efectos secundarios de las benzodiacepinas, el número de prescripciones en Atención Primaria disminuiría”, afirma la médica de familia.



Luz de Myotanh Vázquez colaboró con María Frutos Fernández, miembro de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, en la redacción de un artículo titulado La prevención cuaternaria en la prescripción y desprescripción de benzodiacepinas, publicado en la revista Atención Primaria. En él señalan que “son escasos los artículos que analizan las causas de la sobreprescripción, pero coinciden en que el incremento de la prescripción es la falta del tiempo por paciente en la consulta del médico de familia, así como dificultades en la retirada de las benzodiacepinas por las reticencias al cambio por parte de los pacientes y la falta de entrenamiento de los profesionales. “Hay médicos que es posible que no lo hayan realizado nunca, no lo hayan hecho bien, no tengan la paciencia para poder quitarlo o simplemente no se plantea la retirada del fármaco”, apunta la especialista.



Celebridades e influencers, un arma de doble filo



Actualmente la salud mental es mucho más visible que antes para los jóvenes y esto, en parte, es por las celebridades de las redes sociales. Muchos personajes públicos sacan a la luz que están acudiendo a terapia o al psiquiatra e, incluso, que están tomando psicofármacos. Luz de Myotanh Vazquez considera esto “un arma de doble filo”. “Por un lado es evidente que ayuda a visibilizar la Salud Mental rompe el estigma con el que tradicionalmente se han asociado a estos problemas. Pero al mismo tiempo, hay que ser cuidadosos para tratar de no banalizar ni puerilizar los problemas que tienen la población anónima, además de que no hay que olvidar que a pesar de que los problemas de salud mental pueden afectar a cualquier persona, las personas con menos recursos y con menores rentas suelen tener más probabilidad de tener enfermedad mental más grave”.



 La salud mental en el futuro más próximo



Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que uno de cada cuatro individuos enfrentará un problema de salud mental a lo largo de su vida. Además, para el año 2023, se pronostica que los trastornos de salud mental se convertirán en la principal causa de discapacidad a nivel global. Mirando hacia el futuro, la OMS proyecta que para el año 2030, los problemas de salud mental se consolidarán como la principal causa de discapacidad en todo el mundo.