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El tiempo es cerebro: todo sobre el ictus agudo

El tiempo es cerebro: todo sobre el ictus agudo

¿Qué hacer cuando llega al centro de salud una urgencia muy grave, en aquellas situaciones en que el tiempo es vital? La revista AMF estrena una nueva sección “En guardia”, con la que quiere ofrecer eso: una revisión rápida y sintética de estas situaciones, con las actuaciones más importantes a realizar, apoyado también en la evidencia que lo respalda. 

Tiempo de lectura: 2 minutos
Fecha de publicación: 21 de febrero de 2024

El primer artículo está dedicado al ictus agudo y lo firma Alba Riesgo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y miembro del Grupo de Trabajo de Urgencias y Atención Continuada (GUAC) de la semFYC.  

Ictus “es cualquier trastorno circulatorio cerebral que altera transitoria o definitivamente el funcionamiento de una o varias partes del encéfalo”. Esta patología la sufren actualmente 110.000 personas en España, de las cuales, al menos un 15% fallece y un 30% queda en situación de dependencia. De hecho, es la tercera causa de muerte global y la segunda en mujeres, y la primera causa de discapacidad.  

A la hora de detectarlo, el ictus puede presentar una sintomatología muy concreta como es la pérdida de fuerza y trastornos de la sensibilidad en la cara, brazo o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco; la pérdida súbita de visión o total, en uno o ambos ojos; la alteración repentina del habla y dificultad para expresarse; un dolor de cabeza, súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente, y sensación de vértigo intenso, inestabilidad y desequilibrio, si se acompañan de los síntomas descritos anteriormente.  

Para activar el código ictus, vital en la detección temprana para disminuir los tiempos de traslado y tratamiento, los criterios son que el paciente tenga un déficit neurológico focal agudo sin límite de edad, sin olvidar de incluir a los niños, y que el tiempo de evolución sea de más de 6 horas y que, además, no tenga una enfermedad terminal ni demencia.  

Si hay sospecha de ictus, desde el centro de Atención Primaria, el médico o la médica de familia lo debe considerar como una emergencia médica, reconocer los signos y síntomas precozmente, contactar con el centro coordinador de urgencias e instaurar el tratamiento para estabilizarlo adecuadamente para su traslado a un hospital. Uno de los puntos clave es no perder tiempo ya que “el tiempo es cerebro”.  

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