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“La Medicina Familiar y Comunitaria: la especialidad más elegida en el MIR”

“La Medicina Familiar y Comunitaria: la especialidad más elegida en el MIR”

En su artículo, José Ramón Vázquez-Díaz explica que la MFYC “es una especialidad entre otras 45, y sin embargo es elegida cada año por más del 25% de los médicos aspirantes a la formación especializada”. 

Tiempo de lectura: 3 minutos
Fecha de publicación: 12 de abril de 2024

Este es el titular del artículo de José Ramón Vázquez-Díaz que publica hoy la revista Atención Primaria. En él, desmonta el mito de que la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria no es atractiva, una afirmación que viene repitiéndose como un mantra durante los últimos años debido a que no se ocupan todas las plazas ofertadas. 

El autor analiza la cuestión y sus condicionantes en base a cuatro elementos: 

•    la vocación de los graduados
•    las características del programa de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y de las unidades docentes
•    la presencia de la MFYC en la Universidad y
•    la situación actual de la Atención Primaria. 

En su artículo, José Ramón Vázquez-Díaz explica que la MFYC “es una especialidad entre otras 45, y sin embargo es elegida cada año por más del 25% de los médicos aspirantes a la formación especializada”. Lo cierto es que “en los últimos 15 años se ofertaron alrededor de 30.000 plazas de formación especializada en medicina de familia, y a pesar de ello, hoy es claramente deficitaria.” afirma. En este sentido, avisa que la solución no pasa por ampliar la oferta formativa o devaluar los requisitos de acreditación de las unidades y centros docentes, sino que es necesario hacer atractiva la AP y su capacidad para retener a los profesionales. 

MFYC es una especialidad muy demandada

De hecho, que la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria no tiene demanda es una falacia. En la quinta jornada de elección MIR que se está viviendo hoy, ya se han superado los 100 futuros especialistas que han decantado por la Medicina de familia y comunitaria para realizar su residencia. Vázquez-Diaz, como profesor con amplia experiencia, explica que ha detectado sentimientos contradictorios en los estudiantes. Por un lado, la identificación con los valores de MFYC, y por otro, la frustración e impotencia por “constatar que mucho de lo aprendido ni es valorado ni podrá ser aplicado en la vida real de especialista dada la situación actual de la AP”. 

Igualmente, este referente y tutor de decenas de residentes, explica la dificultad que se está viviendo para rediseñar el programa de MFYC que, tras su primera aprobación en 2005, se encuentra actualmente en revisión. Y por otro, la estructura, la organización y la capacidad que tienen las UUDD, que “la menor de estas unidades forma tantos residentes como el mayor servicio hospitalario de cualquier especialidad, y la mayor de ellas recibe anualmente tantos médicos residentes como estudiantes alguna facultad de medicina”. Esto genera una gran diversidad estructural y organizativa, con una aplicación muy dispar y engorrosa. “Toda la estructura docente lleva años forzando su capacidad”, remata.

Vázquez-Díaz reclama que hoy en día todavía hay un gran número de universidades españolas que no incorporan la MFYC como corpus de conocimiento del temario básico en la formación del grado y con funciones plenas. Y que se debería hacer “desde su estructura docente, toda la existente en torno a las unidades docentes la que lo haga, dada su magnitud, con características de asignatura propia no opcional y que además colabore en la impartición de otras asignaturas”. 


Asimismo, el articulo destaca la situación de la Atención Primaria en nuestro país. “La medicina de familia resulta atractiva para muchos graduados en medicina, lo que no lo es, es lo que viene después”. El entorno laboral que se encuentran los médicos cuando acaban el MIR y acceden a sus puestos de trabajo es realmente hostil, y al mismo tiempo, denuncia que lamentablemente la AP no es una prioridad en España ya que no se están realizando las inversiones necesarias. Y lo que es más grave, no se atiende a los cambios que reclama la profesión. Y todo ello, mientras la gestión es claramente ineficaz y se deteriora cada año que pasa.

“La medicina de familia española no es la causa del problema, es una de sus consecuencias”, sentencia José Ramón Vázquez-Díaz. “Si no se actúa sobre las causas nada se resolverá” y “todo se seguirá deteriorando”.

Por último, el autor señala los dos factores clave para el éxito “el rediseño y la financiación de la AP y la presencia plena de la medicina de familia en la universidad, integrando toda su estructura docente en la misma”. Vázquez-Díaz subraya que es “necesario abordar con decisión, audacia e inteligencia las causas de los problemas de nuestro Sistema de Salud ya que es un factor de equidad de primer orden y, dentro de él, su atención primaria como elemento clave para su efectividad y su sostenibilidad”, concluye. 

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