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El Programa de Salud Planetaria de la semFYC alerta sobre el impacto medioambiental de los inhaladores

El Programa de Salud Planetaria de la semFYC alerta sobre el impacto medioambiental de los inhaladores

Fecha de publicación: 08 de junio de 2023
Tras aportar claves para adoptar una perspectiva sostenible y más consciente en las consultas de Atención Primaria, el Programa de Salud Planetaria de la semFYC se centra ahora en alertar sobre el efecto negativo que tienen fármacos como los inhaladores en el medioambiente.



Bajo esta premisa, sus miembros exponen que, a la excesiva medicalización de la sociedad, con el consiguiente aumento del consumo de fármacos y el gasto farmacéutico que conlleva, se añade el hecho de que la prescripción de fármacos es uno de los mayores contribuyentes a la huella de carbono que genera el sistema sanitario.



Con este trasfondo, transmiten que para preservar, respetar y apostar también por la salud medioambiental, hay que tomar medidas para mejorar la prescripción farmacéutica con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental de nuestra prescripción.



Una prescripción que nunca es inocua 



Todos los fármacos tienen un impacto en el medioambiente: la huella de carbono de la producción, el almacenaje, el empaquetado, el transporte y la gestión de los residuos.



En el caso de los inhaladores, existe otro factor añadido que es el propelente de los sistemas presurizados pMDI (pressurized Metered Dose Inhaler): los gases hidrofluorocarbonos (HFC), con efecto invernadero muy potente, entre 1480 y 2900 veces mayor que el CO2.



En España, los pMDI representan alrededor del 52% de los inhaladores totales usados, con una media anual de más de 15 millones de unidades vendidas, lo que equivale a 400.000 toneladas de CO2 al año. De ahí la importancia de intentar minimizar el uso de este tipo de inhaladores pMDI en favor de los sistemas que no usen gases con efecto invernadero, como los inhaladores de polvo seco (DPI) que no emplean hidrofluorocarbonos (HFC) como propelentes y tienen una huella de carbono de 10 a 30 veces más baja que los inhaladores presurizados. Se calcula que el cambio de un sistema pMDI a DPI, manteniendo el mismo principio activo, supone una reducción de la huella de carbono de un 95-98% por inhalador.



Reducir la huella de carbono desde la consulta 



En este contexto, una de las recomendaciones de la guía Qué hacer y no hacer en Salud Planetaria aconseja no prescribir inhaladores pMDI si existe una alternativa mejor. Con todo, si las características del paciente lo permiten, se recomienda prescribir inhaladores que no usen hidrofluorocarbonos como propelentes, que presenten una huella de carbono menor, siendo dispositivos igual de efectivos y coste-efectivos que los inhaladores presurizados pMDI.



Si no existen alternativas a los pMDI, es importante recordar que el tratamiento debe hacerse con la dosis óptima, con el menor número de dispositivos, usando preferiblemente dispositivos recargables y optimizando el tratamiento, ya que los dispositivos pMDI suelen ser medicación de rescate y un uso excesivo puede significar un mal control de la patología.



Además, desde el Programa de Salud Planetaria de la semFYC destacan que “como médicos y médicas de familia y comunitaria, tenemos que tener en cuenta, que la prescripción del tipo de dispositivo, se realizará teniendo en cuenta las características clínicas del paciente y sus preferencias en cuanto al tipo de dispositivo, por lo que es útil disponer de materiales de apoyo para la toma de decisiones compartidas”.