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El ejercicio, una herramienta terapéutica para mantener y mejorar la forma física

El ejercicio, una herramienta terapéutica para mantener y mejorar la forma física

Fecha de publicación: 19 de diciembre de 2006

El aumento del sedentarismo en la práctica de las actividades de ocio y tiempo libre está incidiendo de una manera muy negativa en la salud de la población y aumentando la tasa de sobrepeso y obesidad de una forma exponencial y muy preocupante sobre todo en niños y jóvenes.

Según destaca el doctor Ricardo Ortega, coordinador del Grupo de Actividad Física y Salud de la semFYC, la falta de actividad física está asociada a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Por ello es imprescindible que desde la consulta el médico pueda prescribir la práctica de ejercicio a sus pacientes. “Los médicos podemos ayudar a prevenir la inactividad física y hacer realidad el concepto de envejecimiento activo e integrar el ejercicio físico como un hábito diario en la vida de los pacientes”, afirma el Dr. Ortega.

La actividad física puede usarse como herramienta terapéutica en muchos pacientes. “Se trata de realizar ejercicio físico de forma planificada y repetitiva con el objetivo concreto del mantenimiento o mejora de la forma física para la salud en pacientes con problemas crónicos, como la obesidad, diabetes, depresión, hipertensión o la artrosis. En pacientes que están en periodo de convalecencia, por ejemplo los que han superado un infarto de miocardio, el ejercicio desempeña un papel muy importante en su rehabilitación”, explica el doctor Ortega.

El coordinador del Grupo de Actividad Física señala que “a la hora de recomendar a nuestros pacientes que hagan ejercicio es necesario tener en cuenta su estado de salud, saber si practica o practicó algún tipo de actividad, conocer sus expectativas y preferencias y la disponibilidad de tiempo. Exploraciones como un electrocardiograma o una prueba de esfuerzo, pueden ser necesarias al prescribirlo en personas mayores con patologías cardiovasculares”.

Los médicos recomiendan a los pacientes la natación terapéutica (como el aqua-gym), el tai-chi, el yoga, la bicicleta estática, el ski de fondo y los estiramientos. Por el contrario, desaconsejan actividades de mayor impacto como la halterofilia, el step o saltos, por el riesgo de lesión que comportan. A su vez, otras actividades, como caminar a paso ligero o correr, al menos cuatro días a la semana durante media hora, también contribuyen a mejorar el estado de salud y son actividades al alcance de la mayoría de la población.