¿Qué dice la OMS sobre edulcorantes bajos en calorías en 2023?

¿Qué dice la OMS sobre edulcorantes bajos en calorías en 2023?

Guía de la OMS sobre edulcorantes bajos en calorías: 10 preguntas y respuestas en la conuslta de Medicina Familiar y Comunitaria

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar una guía clínica sobre la utilización de edulcorantes bajos en calorías. La conclusión principal, que aparece resumida en una nota de prensa, es que se desaconseja su utilización tanto para el control del peso corporal (es decir, para prevenir o tratar la obesidad) como para prevenir enfermedades crónicas.

Su recomendación se fundamenta en el llamado “Principio de precaución”, que deben cumplir tanto las administraciones públicas como los profesionales de la salud. Así, en la Ley General de Salud Pública (Artículo 3b) leemos que “La existencia de indicios fundados de una posible afectación grave de la salud de la población, aun cuando hubiera incertidumbre científica sobre el carácter del riesgo, determinará la cesación, prohibición o limitación de la actividad sobre la que concurran».

En la guía clínica de la OMS hallamos esa clase de indicios fundados, ya que se justifica que los edulcorantes bajos en calorías pueden ejercer «posibles efectos adversos a largo plazo en forma de aumento del riesgo de muerte y enfermedad» y que su uso a largo plazo se asocia con “un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares (ECV) y mortalidad en estudios prospectivos de cohortes realizados en adultos”.

 

A continuación, se responden algunas dudas que las personas integrantes este grupo de trabajo “Alimentación y Nutrición” hemos detectado en nuestro entorno laboral con relación a esta
nueva guía de la OMS:


1.- ¿A qué edulcorantes se aplica la recomendación de la OMS?

Los edulcorantes a los que se aplica la recomendación de la OMS son los siguientes:

  • acesulfamo K
  • aspartamo
  • advantamo
  • ciclamatos
  • neotamo
  • sacarina
  • sucralosa
  • estevia
  • derivados de la estevia.

En la guía se indica que su recomendación no se aplica a los edulcorantes calóricos (azúcar, miel, panela, melaza, etc.) ni a los azúcares bajos en calorías o a los alcoholes de azúcar (polioles) porque son azúcares o derivados del azúcar que contienen calorías. Y es importante recordar que la guía hace referencia a «edulcorantes bajos en calorías».


2.- ¿Eso significa que es mejor tomar azúcar que edulcorantes bajos en calorías?

No, eso no significa que sea mejor tomar azúcar que edulcorantes bajos en calorías.

En la introducción de la guía leemos que el alto consumo de azúcares libres (frecuente en nuestro medio) se relaciona con el sobrepeso y la obesidad y con las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta, que son las principales causas de muerte en todo el mundo. Es más, la OMS ha emitido también recomendaciones y está tomando medidas para reducir la ingesta de azúcares libres.


3.- Entonces, ¿con qué endulzo el café?

Lo que persigue la guía es que la población entienda que es mejor reducir el consumo de edulcorantes, ya sean calóricos (como el azúcar, la miel u otros) o bajos en calorías, que utilizar edulcorantes bajos en calorías.


4.- ¿Los edulcorantes son cancerígenos? 

No. El consumo de edulcorantes es seguro desde un punto de vista toxicológico, pero no es inocuo.

De hecho, es posible que el efecto negativo sobre la salud de los edulcorantes sea indirecto. En la guía leemos que «[Los edulcorantes bajos en calorías] son frecuentemente un componente de los alimentos altamente procesados. Por lo tanto, un posible efecto indeseable [de su uso] en el contexto de la reducción de la ingesta de azúcares libres es la inclusión de una mayor cantidad de alimentos y bebidas altamente procesados en la dieta que los que se incluirían si se redujeran los azúcares libres sin el uso de edulcorantes bajos en calorías».


5.- ¿Cómo pueden aumentar el riesgo de obesidad si son bajos en calorías?

Su consumo, tal y como leemos en la guía, se asocia con un mayor Índice de Masa Corporal y un mayor riesgo de obesidad en los estudios a largo plazo. Es posible que este efecto se produzca porque su ingesta habitual puede alterar los mecanismos de hambre y saciedad y generar una preferencia por alimentos muy dulces que empeorarán el patrón de alimentación. Así, hay pruebas de que una dieta rica en edulcorantes bajos en calorías contribuye a la preferencia por el dulzor, lo que aumenta la propensión a malas elecciones alimentarias.


6.- Esta nueva guía, ¿no hará que la población consuma más azúcar?

En su guía, la OMS reconoce que su recomendación de no consumir estos productos puede traducirse en que la población aumente su ingesta de azúcares, debido a que se ha acostumbrado a un demasiado elevado «nivel de dulzura en su dieta». En todo caso, justifica que mientras que la población ya es consciente de los riesgos de los azúcares libres («la conciencia de estos efectos entre el público en general es bastante alta»), esto no ocurre con los edulcorantes bajos en calorías.


7.- Pero sí puedo tomar libremente edulcorantes bajos en calorías “naturales” como la estevia, ¿verdad?

No. Los consejos de esta nueva guía se aplican a “todos los edulcorantes no nutritivos sintéticos y naturales o modificados que no están clasificados como azúcares”. Eso incluye a la estevia (E960) y a los derivados de la estevia.


8.- ¿La industria del azúcar no está detrás de esta nueva guía, para que acabemos consumiendo más azúcar?

No. Según se puede comprobar en el apartado “Management of conflicts of interest” (en español «Gestión de conflictos de interés»), se siguió un cuidadoso escrutinio de los potenciales conflictos de interés de las personas que han elaborado la guía. Además, como se ha indicado anteriormente, la OMS tiene otras guías clínicas en las que desaconseja el consumo de azúcares libres.


9.- De manera ocasional ¿Qué es mejor, azúcar o edulcorantes bajos en calorías?

Si de verdad es de manera ocasional, es irrelevante consumir uno u otro producto.


10.- ¿La OMS no persigue amargarnos la vida?

No, la OMS no persigue amargarnos la vida. Su objetivo es mejorar la salud pública y prevenir enfermedades crónicas y debilitantes que suponen la primera causa de mortalidad prevenible en nuestro medio. Disminuir nuestro consumo de edulcorantes no significa “amargarnos la vida”, al contario: al reducir la dependencia de los sabores excesivamente dulces podremos apreciar el sabor natural de los alimentos y aprenderemos a disfrutar de una variedad más amplia de sabores. Además, existen alimentos saludables que pueden cubrir perfectamente nuestro deseo por consumir algo dulce: las frutas frescas o desecadas.


Clica aquí para descargarte la Guía de la OMS sobre edulcorantes. 

 

Este documento ha sido elaborado por Julio Basulto [Tw] [Fb] [Insta] [YT]; Dietista-Nutricionista (nº de colegiado: CAT000943); miembro y colaboradors del Grupo de Trabajo en Nutrición y Alimentación de la semFYC.