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La semFYC inicia hoy una nueva edición de la Semana Sin Humo apelando a que la cesación es “la otra vacuna” que necesita la sociedad

La semFYC inicia hoy una nueva edición de la Semana Sin Humo apelando a que la cesación es “la otra vacuna” que necesita la sociedad

Fecha de publicación: 25 de mayo de 2021


  • Se calcula que anualmente fallecen en España en torno cincuenta mil personas a causa del consumo de tabaco, una cifra que algunos estudios sitúan por encima de los sesenta mil.


  • El escenario en la cesación tabáquica se ha modificado en España desde hace un año, cuando el Sistema Nacional de Salud empezó a financiar dos tratamientos de primera línea (bupropion y vareniclina).




La semFYC convoca el próximo jueves, 27 de mayo de 2021, a las 12:00 h, una rueda de prensa en la que presentará los datos de la Encuesta de la Semana Sin Humo 2021, en la que ha participado un total de 5.426 personas



 



Hoy se inicia la Semana sin Humo, que la semFYC organiza anualmente y de forma ininterrumpida desde hace 22 años; se trata de una convocatoria cuyo objetivo es visibilizar el enorme reto sanitario al que, como sociedad, se debe hacer frente: la cesación tabáquica. El consumo de tabaco conlleva una enorme carga social y sanitaria en España, como demuestra que anualmente más de cincuenta mil personas fallecen por culpa de las enfermedades que provoca el consumo de tabaco, tanto entre fumadores activos como pasivos. Desde diversos tipos distintos de cáncer, entre los que predominan el de tráquea, laringe, boca y pulmón hasta la mayoría de casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica diagnosticada en nuestro país. Con todo ello, el tabaquismo continúa siendo la primera causa de enfermedad y muerte prevenible.



El año 2021 se iniciaba con una noticia bien acogida entre los expertos en deshabituación tabáquica. Era la entrada en el sistema de financiación farmacológica del Sistema Nacional de Salud de dos tratamientos de primera línea (bupropion y vareniclina) para la deshabituación tabáquica. Son dos fármacos con evidencia contrastada.



De hecho, en la encuesta de la semana Sin Humo de 2019, antes de que se anunciara la financiación de los tratamientos, el 50,0% de los encuestados coincidían en considerar que con dicha financiación habría un mayor abandono del hábito tabáquico. Sin embargo —a modo de avance de los resultados de 2021—, este año solo un 40% de los encuestados recomendaría este sistema para reducir el consumo de tabaco. Por el contrario, consideran más recomendables las campañas de sensibilización, la reducción de espacios en los que se permite fumar o el aumento de precio.



Desde el Grupo de Abordaje al Tabaquismo, promotor de la Semana Sin Humo, se insiste en la necesidad de impulsar y mantener el control desde Atención Primaria de la administración y prescripción farmacológica durante tres los primeros meses.



 



// Equidad en acceso a los tratamientos



La Organización Mundial de la Salud, OMS, ha elegido para 2021 el lema “Quienes lo dejan, ganan” y recuerda que, en todo el mundo, “el tabaco causa 8 millones de muertes cada año”. Por otro lado, la institución internacional incide en que “la evidencia publicada este año demuestra que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedad severa con COVID-19 que los no fumadores”.



Asimismo, señala la importancia de poder acceder a los mecanismos de acompañamiento (farmacológicos y no farmacológicos) en la deshabituación tabáquica: “Dejar de fumar puede ser todo un desafío, especialmente con el estrés social y económico derivado de la pandemia, pero aún así, hay muchas razones para dejarlo. Alrededor de 780 millones de personas en todo el mundo dicen que quieren dejar el tabaco, pero solo el 30% de ellos tienen acceso a las herramientas que pueden ayudarles a hacerlo.”



 



// ¿Más espacios sin humo?



Durante este año 2021, por los específicos condicionantes de acceso y uso de los espacios públicos y el riesgo de contagio comunitario de COVID-19, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad —por motivos de seguridad sanitaria— de ampliar los espacios sin humo.



En su momento, el grupo de Abordaje al Tabaquismo ya se manifestó favorable a la idea de crear más espacios sin humo y sin vapores, ampliarlo a todos los lugares públicos donde se aglomera gente (playas, paradas de autobús o entradas de edificios) e instaba a que todas las terrazas de bares y restaurantes se conviertan en espacios sin humo.



Esta ha sido, nuevamente, una de las cuestiones que se ha planteado en la Encuesta de Este año, que también ha recopilado datos sobre los lugares en los que hay mayor percepción de exposición y dónde se percibe que menos se cumple la normativa.



 



SEMANA SIN HUMO, DE LA SEMFYC



La responsabilidad de la organización de esta actividad de la semFYC corresponde al Grupo de Abordaje del Tabaquismo (GAT) y al Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de esta sociedad científica. La actividad cuenta con el apoyo y el reconocimiento (está declarada de interés sanitario) por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y tiene como objetivos principales:



● Mostrar a las administraciones públicas el clima social favorable a regular más estrictamente los aspectos relacionados con el consumo de tabaco y productos derivados (empaquetado genérico, regulación del cigarrillo electrónico, exposición al humo en terrazas y vehículos -especialmente cuando hay niños-, etc.), pues dicha regulación ha demostrado reducir la prevalencia de tabaquismo en la población y, consecuentemente, evitar sufrimiento y muerte prematura entre las personas que fuman y sus familias.



● Sensibilizar a la sociedad y a las administraciones, para seguir avanzando en las medidas (normativas y de otro tipo) que eviten que nuestros adolescentes se inicien en el consumo de tabaco y productos relacionados.



Informar a los fumadores de los beneficios que tiene para su salud y su calidad de vida el abandono del tabaco.



Motivar y movilizar a todos los profesionales sanitarios, especialmente a los de Atención Primaria, para que realicen intervenciones preventivas y terapéuticas sobre todas las personas que fuman.



Ofrecer tratamientos de deshabituación de eficacia reconocida por la evidencia científica en todos los centros de salud de nuestro país, incorporando también a la financiación pública la Terapia Sustitutiva de Nicotina (TSN), tanto en sus formas de liberación lenta como rápida.